Todo el kit ha sido diseñado por la empresa estadounidense para conseguir una perfecta combinación de rendimiento deportivo y cuidado medioambiental. Así, las camisetas, que tienen orificios de ventilación perforados con láser para regular la transpiración del jugador, son de poliéster pero reciclado en un 96%. En cambio los pantalones alcanzan un porcentaje del 100%.
En suma, cada conjunto se fabricó con una media de 13 botellas de plástico recogidas en Taiwán y China y que, una vez fundidas, proporcionan el hilo de PET(polietileno tereftalato) con que se fabrican. Una técnica que no es nueva en Nike, puesto que ya la aplicó a 9 selecciones en el pasado Mundial de Sudáfrica.
